Vamos con una serie de trabalenguas largos que desafiarán las lenguas de los niños más experimentados. No todos ellos son difíciles de pronunciar, pero al ser tan largos es fácil que nos liemos y que el trabalenguas no salga como nosotros queramos. Pero mucho mejor así, porque de esta forma seguro que nos reímos aún más.
Los cuentos
Cuando cuentes cuentos cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuantos cuentos cuentas.
Tu gusto y mi gusto
Si tu gusto gustara del gusto que gusta mi gusto,
mi gusto gustaría del gusto que gusta tu gusto.
Pero como tu gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto,
mi gusto no gusta del gusto que gusta tu gusto.
La perra y la parra
Parra tenía una perra y Guerra tenía una parra.
La perra de Parra subió a la parra de Guerra.
Guerra pegó con la porra a la perra de Parra,
y Parra le dijo a Guerra, “¿por qué has pegado con la porra a la perra de Parra?
Y Guerra le contestó “Si la perra de Parra no hubiera subido a la parra de Guerra,
Guerra no hubiese pegado con la porra a la perra de Parra”.
Pepe y los pelos
Pepe peina pocos pelos pero peina peluqueros,
peina Pepe peluqueros con el peine de los pelos.
Lila para Lola
Para la Lola una lila le di a la Adela,
mas la tomó la Dalila y yo dije:
¡Hola, Adela! Dile a Dalila que dé la lila a la Lola
Podadores y podas
Un podador podaba la parra y otro podador que por allí pasaba dijo:
- Podador que podas la parra, ¿qué parra podas? ¿podas mi parra o tu parra podas?
- Ni podo tu parra, ni mi parra podo, que podo la parra de mi tío Bartolo.
Palabras, perdices, melones
¿Qué hablas? Palabras.
¿Qué dices? Perdices.
¿Qué comes? Melones.
Si hablas, si comes, si dices,
tus palabras se harán melones
y tus melones perdices.